martes, 13 de octubre de 2009

¡VENGANZA!


En general nunca apoyo a los gringos. No me gustan sus mujeres poco femeninas, gordas y mal habladas. No me gusta su poítica exterior de invadir países pequeños en nombre de la libertad y taparse los ojos cuando China mata a un centenar de jóvenes en una plaza. No me gusta su presidente porque es negro, pacifista y feminista.

Pero si hay cosas que los gringos hacen como ningún otro: el cine de acción, los automóviles y la Venganza. No sé si será que a los yankees les gusta hacer todo 'de película' o si, al revés, son sus películas las que reflejan su identidad. ¿Cómo olvidar las palabras de Bush JR. al caer las torres gemelas? 'Los que hicieron estou sabran de nosotrous'. Precioso.

O las palabras del soldado que capturó al rudo Saddam Hussein mientras huía bajo tierra escondido como un topo. 'Mister Hussein, el Presidente Bush le envía sus saludos'. ¿A quién carajo podría ocurrírsele una frase como esa, estando a 8 metros bajo tierra en medio de una guerra en Irak? Solo a un gringo.

Por que aunque no tengan la disciplina de los Nazis, ni la fiereza de los Gurkas, el Honor de los Japoneses o la devoción de los Talibanes, es imposible no reconocer que tienen estilo.

Todo esto a raíz de su último juguete (que sin duda debe ser un legado de Bush), el USS New York. "¡Ah! que lindo -me dirá Ud.- le pusieron ese nombre por la tragedia de las Torres Gemelas". Pues no, grandísimo hijo de puta, eso bien se le puede ocurrir a un perdedor como Francia, pero estamos hablando de los Gringos, que hacen las cosas a lo grande. El buque no solo se llama así en honor a las Torres Gemelas, sino que está hecho con los restos de las Torres Gemelas, y por supuesto es una embarcación de guerra y de las bravas. Ellos sabrán de nosotrous.

Que la rudeza os acompañe. Siempre.

PS: Notará que nombré tres veces a G.W. Bush y es que si bien el tipo es un perfecto imbecil, es imposible desconocer sus méritos como hombre rudo: borracho, vaquero, texano, armamentista y blanco.

1 comentario:

  1. Si hay algo que le agradezco a Hollywood, es que me enseño como debe ser la venganza: lenta, fría y, finalmente, violenta.

    Pasarán los siglos luego de la caída de su Imperio, pero siempre recordaremos con cariño ese estilo a lo Clint Eastwood que solo a un marica podría disgustar.

    Alabado seas Profeta!!

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